jueves, 14 de enero de 2010

HENRI MATISSE. ETAPAS DE SU OBRA. DESNUDO ROSA Y DESNUDO AZUL







En mayo de 1906 realiza un viaje de dos semanas a Argelia, donde visita el oasis de Biskra.
 Curiosamente no realiza allí cuadro alguno, pero a su regreso a Francia pinta en Colliure la obra Desnudo azul (Recuerdo de Biskra), en cuya realización se puede observar la influencia de la escultura africana y la utilización de colores poco diferenciados.
 El Desnudo, en el que domina la línea, puede relacionarse con alguna de sus esculturas.
 Matisse se lleva a París cerámica popular y otros objetos de Biskra que aparecen representados en ocasiones en sus obras.
 África y su exotismo le entusiasman, y realiza diversos viajes entre 1911 y 1913 y en 1923 a Tánger, que modifican por completo la luz y el color de su obra, como puede observarse en El taller del artista (1911), Paisaje visto desde una ventana (1912-1913) y otras. 
En 1917 se instala en Niza, donde comienza el período denominado nicenco, en el que domina como tema la mujer, que da lugar a la serie Odaliscas, y que continuará hasta los años treinta.
 Progresivamente su técnica se simplifica y trata los colores de forma plana, como sucede con las obras que en 1910 realiza por encargo de Shchukin para su casa de la calle Znamenski: La danza (colocada en la escalera) y La música.
 Pese a este proceso simplificador, no deja de introducir en un primer momento elementos decorativos y arabescos.
 Hacia 1928 simplifica sus formas y se interesa particularmente por la línea y el color, sin perder su audacia, como se pone de relieve en la obra Desnudo rosa (1940), en la que realiza un arabesco perfecto.
 En sus últimos años Matisse realizó una serie de aguadas recortadas, que bordean la abstracción.
 La obra más ambiciosa de esta época fue la decoración y proyecto de la capilla del Rosario, en Vence (1948-1950).
 Ilustró, entre otras obras, las Poesías de Mallarmé.