lunes, 27 de mayo de 2019

BAUDELAIRE, Charles. BELLEZA


Soy hermosa, ¡Oh mortales! como una ilusión de piedra
y mi pecho, donde cada uno se ha martirizado por turnos
está hecho para inspirar al poeta un amor
eterno y mudo, así como la materia.
Estoy entronizada en el cielo como una esfinge incomprendida;
enlazo un corazón de hielo con la blancura de los cisnes;
odio el movimiento que desplaza las líneas
y nunca me río ni lloro.
Los poetas, frente a mis principales actitudes
que parezco pedir prestadas a los más fieros monumentos,
consumieron sus días en austeros estudios;
porque tengo, para fascinar a esos dóciles amantes,
puros espejos que hacen todas las cosas más bellas:
¡mis ojos, mis ojos excesivos hacia las interminables claridades!

BOCCHI, Amedeo. Obras