miércoles, 14 de marzo de 2007

VELAZQUEZ, DIEGO. BARROCO Y SU OBRA


Durante sus primeros años como pintor, el estilo de Velázquez es naturalista y se interesa por la ''imitación de la realidad'' haciendo hincapié en los volúmenes y las texturas. Para su representación recurre al ''claroscuro'' con una iluminación tenebrista, el dibujo de contornos precisos, pinceladas opacas y una paleta en la que predominan los colores tostados.
Tras el estudio de los cuadros de Tiziano en la colección real de Fernando IV, la estancia de Rubens en la corte y su primer viaje a Italia, su estilo se torna luminoso con lienzos de fondos claros y la aplicación de capas de color más translúcidas y una mayor presencia de los azules, negros y grises. Su pincelada gana en soltura y precisión sin perder la atención por el impacto visual de los detalles. La separación entre el fondo y las figuras se suaviza.
En su último periodo estilístico la pintura de Velázquez se apoya en la impresión visual más que en el modelado de las formas. El resultado es más esquemático con pinceladas rápidas que tendrán una gran influencia en los impresionistas franceses como Manet o Renoir.
Características constantes de su estilo son el uso de una paleta limitada, con pocos colores, pero usados con versatilidad a medida que evoluciona su pintura, y el hábito de retocar los cuadros años después de haber sido concluidos lo que dificulta enormemente las labores de datación de los expertos e incluso la confirmación de su autoría.