lunes, 29 de diciembre de 2008

SIMONOV, KONSTANTIN. ESPÈRAME.





Espèrame que yo volverè
pero espèrame mucho.
Espèrame cuando caigo la nieve
y cuando lleguen las tristes lluvias, 
cuando el calor llegue
no dejes de esperar.
Espèrame, cuando ya 
nadie espere, cuando el ayer
se haya olvidado ya.
Espèrame cuando 
ya no lleguen las cartas
cuando ya todos esten 
cansados de esperar.
Espèrame y yo volverè
no quieras bien-te ruego-
a quienes repiten de memoria
que ya es tiempo de olvidar,
cuando madres e hijos
crean que ya no existo mas.
Deja que los amigos, junto al fuego
se cansen de esperar y beban
el vino amargo en honor a mi recuerdo.
Espèrame y con ellos
no te apresures a beber.
Espèrame y yo volverè
para que rabie la muerte.
Aquel que nunca me ha olvidado
tal vez dirà de mi: el pobre tuvo suerte.
No comprenderàn jamas
los que jamas han esperado.
Tu me has salvado del fuego
De como he sobrevivido,
lo sabremos tu y yo
es que sencillamente me esperaste
como jamàs nadie me esperò.